En la era digital actual, donde la conectividad se ha convertido en una necesidad básica para el desarrollo económico y social, las empresas rurales de Canarias no pueden quedar rezagadas. La transformación digital se presenta como una oportunidad para impulsar su crecimiento, competitividad y acceso a nuevos mercados. Esta incursión en el mundo online también conlleva nuevos desafíos, siendo la ciberseguridad uno de los más importantes.
Vivimos en un contexto donde los ataques cibernéticos están en auge. Según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), en 2023 se gestionaron 83.517 incidentes de ciberseguridad durante el año 2023, según su Informe anual, detectando vulnerabilidades en unos 4 millones de dispositivos, entorno a un 24% más respecto al año anterior Las pequeñas y medianas empresas (PYMES), como las que conforman el tejido empresarial rural de Canarias, son un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes debido a que, en muchas ocasiones, carecen de las medidas de seguridad adecuadas.
Conscientes de este panorama, resulta imprescindible que las empresas rurales de Canarias integren la ciberseguridad como un pilar fundamental en su proceso de transformación digital. Implementando medidas de protección necesarias les permitirá:
- Ganar la confianza de sus clientes: En un entorno donde la privacidad y la protección de datos son cada vez más valoradas, las empresas que demuestran un compromiso sólido con la ciberseguridad generan mayor confianza entre sus clientes.
- Minimizar los riesgos económicos: Las filtraciones de datos y los ciberataques pueden tener un impacto económico devastador para las empresas, incluyendo pérdidas financieras, daños a su reputación y su posicionamiento en el mercado.
- Mantenerse competitivas: Las empresas que no se adaptan a las nuevas exigencias en materia de ciberseguridad quedarán rezagadas respecto a sus competidores.
El INCIBE ofrece una serie de recomendaciones para que las empresas rurales de Canarias puedan fortalecer su ciberseguridad:
- Realizar un análisis de riesgos: Es importante identificar los activos de la empresa que pueden ser objeto de un ciberataque y evaluar las posibles vulnerabilidades.
- Implementar medidas de seguridad básicas: Estas medidas incluyen el uso de contraseñas seguras, la actualización periódica del software, la realización de copias de seguridad y la instalación de un antivirus y un firewall.
- Formar y concienciar a los empleados: Los empleados son el primer eslabón de la cadena de seguridad. Es fundamental formarlos en materia de ciberseguridad para que puedan identificar y evitar amenazas.
- Mantenerse informado: Es importante estar al día de las últimas ciberamenazas y de las medidas de seguridad disponibles para combatirlas.